top of page
  • Foto del escritorPaloma Mozo

En el oncólogo, acompañando a una amiga.

Actualizado: 5 sept 2022

Acompañé a una amiga al oncólogo después de una mastectomía doble con reconstrucción para decidir los tratamientos a seguir después.

Cuando te diagnostican un cáncer de mama, qué importante es contar con el apoyo de personas fuertes que te ayuden a relativizar y a salir del shock. Yo las tuve en su momento y ahora procuro serlo para aquellas mujeres que lo necesitan. Por eso, cuando mi amiga Sandra me pidió que la acompañara al oncólogo no lo dudé. Dos meses antes le hicieron una mastectomía doble y comenzaron el proceso de reconstrucción del pecho. Su médico solo quería quitarle el tumor pero ella decidió quitarse no uno sino los dos pechos porque pensó que así se sentiría más segura. Todo lo contrario que yo, que luché como gato panza arriba para no perder el pecho, hasta que me convencí de que era lo mejor. Si algo he aprendido es que lo que para mí es un horror para tí puede ser lo mejor y viceversa, así que ya no cuestiono las decisiones de nadie. Es absurdo juzgar cuando no sabemos lo que es estar en los zapatos del otro, ni lo que hemos venido a experimentar a este mundo.

Los análisis patológicos de Sandra ya estaban sobre la mesa y todo eran noticias tranquilizadoras pero la acompañé a la última consulta en la que se iba a hablar de posibles tratamientos. Por muy fuerte y segura que una sea, en esos momentos no viene mal la presencia de alguien que te apoya incondicionalmente en tus decisiones. Porque, aunque a veces lo olvidamos, la última decisión la tiene el paciente. Por suerte para mi amiga, todo salió como ella quería.



Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page